Si alguien pudiera tenerme en la palma de la mano comprobaría que ahora tengo el tamaño de un albaricoque. Es una prueba peligrosa por si de verdad me confunde y me pega un bocado. Ahora mido más o menos 5 centímetros y peso unos 14 gramos, que para mi edad no está nada mal. Aunque todavía soy muy pequeñito, soy un bebé completo, muy completo. Los ojos y las orejas están ya colocados donde los tendré, nada monstruoso, igual que casi todos los órganos. El corazón a la izquierda, el higado a la derecha... Además, ya tengo algunos reflejos. Por ejemplo, si algo toca el vientre de mi mamá, reacciono moviéndome, aunque todavía no se puede notar, soy rápido como un rayo. También tengo otro reflejo muy importante para cuando nazca: el reflejo de chupar, que me ayudará a alimentarse. Según he oído a mi papá también me servirá de mayor para ascender laboralmente. No lo entiendo.
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