miércoles, 2 de septiembre de 2009

SEMANA 40 DE EMBARAZO


¡Hola!
Ya he llegado a la semana 40 de embarazo, por lo tanto mi mamá ya ha salido de cuentas. El nacimiento puede ser inminente o puede retrasarse hasta la semana 42. Más tarde le traería problemas a mi mamá y a mí, ya que dicen que los bebes nacidos a partir de la semana 42 salen bastante arrugados y con cara viejuna. Tampoco vas a planchar a un bebé, no es muy normal.
Mis medidas son de cerca de 50 cms de alto y el peso ronda los 3,500 kgs. (aunque hay compis que han llegado hasta los 4,500 kgs.)
En esta semana la mayor parte de vérmix (esa grasa que me cubre para evitar que mi piel se dañe) ha desaparecido, aunque pueden quedar algunos restos en los pliegues. Ya tengo pelito y uñas largas, así que puede que al nacer alguien me confunda con Lobezno, pero en miniatura.
Para todos los que estáis desesperados con lo de la apuesta (por cierto, me he enterado que de los diecisiete votos en la encuesta, trece no han acertado, de momento). Pero no os preocupeis porque aún no he nacido, estoy preparado y es cuestión de tiempo. La gente importante se hace esperar. Además solo un 5% de todos los bebés nacen en el día exacto prefijado, muchos lo hacen antes y otros después, que será el caso.
La verdad es que el único problema de aquí es que se está estrecho, porque por lo demás tengo todo lo que necesito, calorcete, comida, oxígeno. Estoy pachorrón y no sé si saldré ya. Debe ser cosa de la genética.
Ya queda poco, paciencia.

miércoles, 26 de agosto de 2009

SEMANA 39 DE EMBARAZO

¡Hola!
Estamos en la semana que mayoritariamente habeis votado pensando que naceré. ¿Habréis acertado? Lo veremos los próximos días. La verdad es que mal no estoy, algo aburridillo, pero como el que decido soy yo...
Vamos al lío: sigo acumulando grasa para el día del nacimiento. Ya peso más de 3,2 kg. (un tercio del peso de cintura para abajo, embolsado como la uva del Vinalopó) y mido alrededor de 50 cm. Me han comentado que las niñas suelen ser un poco más pequeñas al nacer que los varones, pero en la adolescencia crecerán antes.
Los órganos están completamente desarrollados y, a medida que he ido aumentando de peso, todas las arruguitas y pliegues que tenía en la piel han ido desapareciendo. Pero la grasa acumulada no la utilizo para ser el doble del muñeco de Michelín, si no que me servirá para regular la temperatura después del nacimiento.
Me estoy esforzando en confeccionar el meconio, que con grata satisfacción tendrás que limpiar. Ya deberías de saber que el meconio es una sustancia negra pegajosa que será su primer movimiento de intestinos después del nacimiento. En definitiva, mi primera caca.
El cordón umbilical que hasta el momento ha trasportado los nutrientes desde la placenta al bebé, mide, en esta semana 39 unos 50 centímetros de largo y 1,3 centímetros de ancho, mi hermano gemelo delgaducho. Como ocupo todo el espacio en el útero, es probable que el cordón umbilical en enrrolle a mi alrededor. Éste es muy elástico y no suele dar problemas. Aún así, hay casos en los que el bebé puede nacer con el cordón rodeando su cuello. El bebé sale un poco morado, si se dan prisa, claro.
Al nacer uno de los momentos cumbres es cortar el cordón umbilical, así el bebé queda inaugurado.

miércoles, 19 de agosto de 2009

ECOGRAFÍA SEMANA 38




¡Hola!

O cada vez queda menos o a mí se me pasa más rápido el tiempo. Y eso que, como creo que he comentado en más de una ocasión, aquí no hay ocasión de hacer grandes cosas y el tiempo pasa con extrema laxitud. El caso es que cada vez las ecografías me cogen más desprevenido, tal vez porque quede menos tiempo para el alumbramiento.
Además ya tengo menos cosas que hacer porque la cabeza la he encajado en el hueco en el que al fondo veo una luz. También de vez en cuando noto en la coronilla más calor o más fresquete.
Os explico, como siempre las imágenes van de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
La primera muestra la espalda con la columna vertebral y la caja torácica con sus costillas, pulmones y el corazón, latiendo sin parar (y que siga por muchísimo tiempo, unos ciento veinte años).
En la segunda se ve mi cabecita y la ya archiconocida prueba diagnóstica de la medición del diámetro biparietal. Esta vez mi cabeza ya mide 94,5 mm. Un buen tamaño, no es pequeña, pero no es grande (bueno, quizás un poquito), según las tablas pertenece (estadísticamente) a un feto entre 39 y 40 semanas.
La tercera ecografía muestra mi cara, mi perfil, mi boca, mi lengua. La verdad que en ese momento se regodeó un poco, ya que me pilló echándome un chupito de líquido amniótico (¿qué pasa? Me apetecía y punto) y todos comentando la jugada. Como si nunca hubieran visto beber a un feto dentro del útero...
En la cuarta ecografía el ginecólogo ha llegado más allá. No contento con enseñar mis pelotas a todo el mundo ha querido no ceñirse al escroto e ir un paso más adelante, mostrar el interior, mis testículos. Aprovecha, porque puede que sea la única vez que puedas verlos. Pensaré que es diagnóstico.
La inmensa mayoría de bebés (prácticamente el 90%) nace entre las semanas 38 y 42, lo que se denomina "a término", entre el 6 y 8% lo hace de manera prematura (antes de las 38 semanas) y entre el 2 y 3% lo hacen post término, después de la semana 42. Así que ya estoy cuando nace la gran mayoría. Ya (casi) estoy aquíiiii.

SEMANA 38 DE EMBARAZO


¡Hola!
Ya peso unos 3.200 gramos y mido cerca de 50 centímetros. Es un peso y unas medidas que entran en la media de los recién nacidos, ya que el peso óptimo se encuentra entre 2'5 y 4'5 kg. (aunque peaso bebé el que pese más de 4 kg. y pobre mamá) y la talla oscila entre los 45 y 56 cm. (el último es propio de los Gasol).
¡Me aburro! Ya estoy completamente formado, los organos completamente desarrollados y en su lugar (sobre todo los sexuales, que se ven desde las Antípodas) y esperando a nacer, así que no sé cuando ni cómo, pero quiero salir ya de aquí. Si el parto no se adelanta, con la semana 38 empieza la cuenta atrás. Lo habitual es que digan que la fecha de parto es más menos quince días el día estimado. Es imposible predecir cuándo naceré exactamente. De hecho, sólo el 5% nace en la fecha prevista, el resto lo hace antes o después. Nadie sabe qué desencadena el parto exactamente. Lo que sí se sabe es que los pulmones de los colegas intrauterinos y la placenta son la clave de la sincronización. Cuando los pulmones están maduros, segregan una proteína al líquido amniótico que altera la producción de hormonas. Este cambio hace que la placenta reduzca la emisión de la hormona progesterona y fomente la producción de una nueva hormona: la oxitocina. La oxitocina regula las contracciones del útero e indica si hay parto. También bloquea los recuerdos de la madre (algún padre lo desearía para las visitas a los centros comerciales) y ayuda a olvidar el dolor y a que la madre se una al bebé.
Lo último que estoy probando es a coger cosas con las manos, creo que esto servirá para muchas cosas, no sólo para trabajar o estudiar.
El lanugo (esa especie de pelito de melocotón que cubría mi cuerpo) está desapareciendo y el unto sebáceo (crema que cubre mi piel para protegerla) es más abundante y servirá de ahora en adelante para permitir el deslizamiento por el canal del parto. Un lubricante inverso.
Otra de las grandes chorradas que oigo son las discusiones acerca de que color tendré los ojos. Puede que cuando nazca todavía no lo sepais con seguridad. Si nazco con los ojos marrones, probablemente permanecerán así. Pero si son de color gris o de color azul oscuro al nacer, es posible que se queden grises o azules, o que se vuelvan verdes, de color miel o incluso marrones, para cuando cumpla los 9 meses. Esto es porque el iris del ojo (la parte del ojo que tiene color) puede acumular más pigmento después de que nazca, pero no se puede volver más claro o más azul. (Los ojos de color verde, miel o marrón, tienen más pigmento que los ojos grises o azules).
Poco queda para que me veas y para que cada cual pague a los otros por las apuestas que han hecho. Recuerdo que el 10% de lo recaudado es para mí, en concepto de comisión. Seré joven pero no idiota.

miércoles, 12 de agosto de 2009

SEMANA 37 DE EMBARAZO

¡Hola!
El otro día oí un sónido, como si fuera un "ting". Me sonaba como si un microondas fuera y me dije, seguro que eso significa que ya estoy listo. Bajo mi cabeza veo una lucecita, pero por más que intento alcanzarla no llego, así que sigo con mi técnica de girar para colocarme.
En esta semana ya he llegado a los 3 kilos y mido casi 50 centímetros. Estoy totalmente preparado y estoy haciendo puñetitas mientras espero a ser llamado. Como en el Inem...
Lo único que sigue creciendo en esta semana es la cabeza y el cerebro, que tiene que expandirse porque ya empiezo a acumular datos. Bueno, también siguen creciendo las lorzas, ya que todavía acumulo 15 gramos de grasa al día. Con esta grasa mi cuerpo regulará mejor la temperatura, manteniendo un nivel adecuado de azúcar en sangre.
Muchos colegas intrauterinos tienen mucho pelo en el momento de nacer. Los hay que lucen una auténtica melenita de hasta 4 cm de largo, incluso alguno ha nacido con tupé y patillas, y a veces también eran niños. No os tenéis que sorprender si el color del pelo de un bebé no es el mismo que el de papá o mamá (aunque como a mamá le cambia tanto el color del pelo...). Las parejas que tienen el cabello oscuro a veces se quedan boquiabiertas al ver que su bebé nace rubito o pelirrojo, y las parejas de cabello claro también pueden llevarse la sorpresa de que su recién nacido tenga el cabello negro como el azabache. Claro que también hay bebés que nacen sin pelo o con un vellito parecido al del melocotón. Cada cual debe de confiar en su pareja y si no se fía... Otra cosa es que el bebé nazca con la piel negra y que los padres sean blancos (o caucasianos, que suena más de listo). Aunque mi gran duda es: ¿cómo será la mezcla entre raza china y raza negra? Me refiero a la piel no a lo que estás pensando.

miércoles, 5 de agosto de 2009

ECOGRAFIA SEMANA 36

Justificar a ambos lados

¡Hola!
Esta vez si que me han pillado bien pillado, yo echaba cuentas y creía que la siguiente cita con el ecógrafo sería para más adelante. Pero se han adelantado, será que como queda poco para salir de aquí...
Las dos primeras imágenes son de mi jeta, poco más que explicar, porque no quiero ponerme pesado y cargante con lo de mi belleza, mi perfección de perfil, lo guapo que soy, la armonía de mi rostro y todas esas cosas.
La tercera imagen muestra mi fémur. Sabrás de sobra que es una prueba diagnóstica para comprobar la idoneidad de mi crecimiento. Ya mide 64,9 mm. ¿Qué significa? Yo qué sé, búscalo en google, que para eso lo inventaron.
Sé que la ecografía es una prueba diagnóstica, porque si no ya sospecharía que el ginecólogo tiene ramalazos delictivos, porque esa manía de que se me vean los testículos (sí, utilizo el término más correcto porque creo que hay que tener decoro y no utilizar sinónimos del tipo cojones, huevos, pelotas, pendientes reales, canicas, webines, gemelos, campanas, herederos, bolas, tompeates, cataplines, cascarones, cascabeles, nueces, ciruelotes, mismísimos, perlones, pompones, albóndigas, kinders...) empieza a ser insana. Que mis gónadas son mías y las enseño cuando me sale de... bueno, no quiero ser redundante.
La penúltima imagen muestra bastantes cosas de una zona que está llena de vísceras y elementos imprescindibles para la vida (no, esa parte estaba en la anterior imagen). Hazte a la idea de que estoy gateando, así en la parte superior está la columna vertebral o espina dorsal, a la que se le une el costillar. ¿Ves un hueco más oscuro? Es mi corazón, lleno de buenas intenciones (hasta que salga y me vuelva un cabroncete, por supuesto). A la derecha el gráfico de mi pulso. Elevado, no sé a cuanto voy, pero a más de cien ppm seguro.
Por último un clásico de las pruebas diagnósticas: el diámetro craneal o biparietal. Esta semana ya he alcanzado 92,8 mm, de costa este a costa oeste. Todo indica que voy bien y que crezco adecuadamente.

SEMANA 36 DE EMBARAZO


¡Hola!
Ya estamos en las últimas cuatro semanas, es decir, en cualquier momento puede suceder que me quede encajado y se produzca la reacción que me saque de este zulo cada día más estrecho. Aumento de peso por días, aproximadamente unos 30 gramos, o lo que es lo mismo entre 250 y 350 gramos semanales. Ya mido cerca de 50 centímetros y peso unos 2,600 kilos.
Estoy perdiendo poco a poco el vello que me cubría durante las semanas anteriores (tan joven y ya me quedo calvo), así como la sustancia cremosa (vernix caseosa) que ha recubierto mi piel durante todo el tiempo que he estado flotando en el líquido amniótico para evitar la corrosión y evitar futuras reclamaciones. Junto con el líquido amniótico que trago, también tengo que tragar la vernix caseosa y el vello que pierdo, además de otras secreciones. Como no hay nada mejor, pruebo nuevos sabores. Toda esa mezcla, que tiene un color negro o verde muy oscuro y se llama meconio, formará mi primera evacuación. Un souvenir de mi vida intrauterina especialmente dedicado a quien tenga que cambiar el primer pañal.
Para acabar de completar mi desarrollo se forman cúmulos de grasa que redondean mi cuerpo. Sirven de reserva energética y para regular la temperatura en el exterior. Con todo esto la piel empieza a hacerse más rosada. Así seré un bonito querubín.
Al final de esta semana habré llegado a término, que no es ninguna estación. Los bebés que nacen antes de las 37 semanas se consideran prematuros y los que nacen entre las 37 y las 42 semanas, a término. Podrían decir que somos óptimos, pero la cuestión es complicarse.
Menos mal que ya hace tiempo que estoy cabeza abajo, como los murciélagos, porque si no podrían perpetrar lo que se conoce médicamente como una versión cefálica exterior, que es una forma de decir en lenguaje médico, que el doctor trata de girar al bebé para que se ponga en la posición ideal para el nacimiento, empujándolo con una mano desde la parte exterior de la barriguita de la mamá.
Pensaréis que no, pero la vida intrauterina es dura. Y es el principio de todo.

miércoles, 29 de julio de 2009

SEMANA 35 DE EMBARAZO


¡Hola!
Aquí estoy, haciendo el sacacorchos a ver si me encajo y salgo. Mientras, como no tengo mejor ocupación, me dedico a cebarme y engordar, en la línea de Hansel y Gretel en la casita de chocolate. Rondo los 50 centímetros de longitud o altura (táchese lo que no proceda) y peso unos 2,4 kilitos.
Todavía sigo acurrucado y cada vez es peor y estoy más apretado en el útero. Hace tiempo que acabó la diversión, ni floto como antes, ni doy los saltos que daba, ni puedo soltar las huascas que arreaba. Pero que tenga menos espacio no significa que no pueda moverme: siempre me quedarán las patadas.
Mi cerebro y mi cabeza ya han alcanzado su tamaño máximo, y menos mal, porque si no de aquí no me sacan ni con grúas. He producido 100 billones neuronas (y empecé con una sola neurona hace 28 semanas) con 100 trillones de conexiones, que me durarán toda la vida, o un poco menos dependiendo del garrafón que me cuelen en las discos. No me pidas que repita el número de neuronas y conexiones que a partir de 10 me pierdo.
Los riñones están ahora completamente desarrollados y el hígado también está comenzando a funcionar y filtrar. Básicamente ya estoy desarrollado al completo, me falta empezar a funcionar.
Mis testículos, que son como dos hermanos gemelos más (a veces pienso que somos trillizos) ya han descendido a su lugar definitivo en el escroto, o dicho a lo vulgar, tengo los huevos en la cesta.
En esta semana 35 y en las últimas semanas, mamá me transferirá inmunidad temporal contra enfermedades infantiles (como las paperas y el sarampión). Estaré protegido hasta que me chuten las primeras vacunas.
Ya sé que estás deseando ver a esta ricura que te habla, pero ten un poquito de paciencia porque cuanto más tiempo esté dentro del vientre, más desarrollado y sano estaré en el momento de nacer. Las cosas a su debido tiempo.

miércoles, 22 de julio de 2009

SEMANA 34 DE EMBARAZO

¡Hola!
Cada vez queda menos para que os pueda saludar a todos y todas. Así que estoy en la recta final de la gestación. Supero los 2 kilos de peso y mido casi 50 centímetros, desde la cabecita a los talones.
Por si acaso decido salir antes de tiempo ya tengo todo listo. El sistema nervioso sigue madurando y las conexiones cerebrales van a un ritmo trepidante. Los pulmones ya están desarrollados y el surfuctante (que ya sabes lo que es, que no es ninguna marranada y menos una bebida alcohólica) a tope. Es una gran noticia, en caso de que decida que quiero nacer antes de tiempo y pillar a todos en bragas.
Si estás atacadito o atacadita de los nervios pensando en que quizás un parto prematuro no sea lo mejor para un bebé, puedes relajarte porque el 99 por ciento de los bebés que nacen a esta edad (llámalo edad, llámalo semanedad o mesedad), sobreviven, y además la mayoría no tienen problemas por haber sido prematuros. Conviene recordar que numerosas celebridades han nacido prematuramente y míralos. Como no conozco a nadie no puedo darte nombres, pero haberlo haylos.
Mis huesos son muy flexibles al igual que las articulaciones, de manera que como un contorsionista podré adaptarme al canal del parto que es muy estrecho, como meter un balón de rugby por un hoyo de golf. Es por esta misma razón que los huesos de la cabeza no están soldados entre sí y se separan por las famosas fontanelas, que en un futuro temprano podrás tocar con cuidadito por si las moscas.

Permanentemente percibo estímulos, a los que reacciono más vivo que nunca. Aunque es cierto que duermo mucho, estoy muy atento a todo lo que me rodea (bueno, a lo que rodea el exterior, porque aquí...) y cualquier cosa que me quite el sueño puede afectarme. Si esto ocurre de forma continuada puede ser perjudicial. No solo para mí, porque la venganza se sirve en plato frío, Beatrix Kiddo dixit.

miércoles, 15 de julio de 2009

ECOGRAFÍA SEMANA 33




¡Hola!
Como me fastidian las cosas hechas a traición. Resulta que ayer estaba dándole que te pego a coger la posturita para salir cuando sea menester y, cuando más centrado estaba, empiezo a oír el sonido del ecógrafo.
En ese momento lo primero que pensé fue: "¡Hala! Ya me han cogido en bragas. Me han pillado con todo el equipo". Y lo peor, sin posibilidad de poder escapar ni de poder taparme. Así que aquí me tenéis con el culo al aire, y no es una frase hecha, es la más pura realidad. Ahora os explico.
Como siempre voy a explicar cada una de las imágenes de las ecografías en orden.
La primera es un zoom (digital) de mi mano cogiendo el cordón umbilical. Supongo que sabrás apreciar la perfecta arquitectura de mi mano (a la izquierda, que ya sé que no tienes ni idea) con el retorcido aspecto del cordón (a la derecha, claro).
En la segunda puedes apreciar y regodearte en mi perfil. Sí, sé que estoy un poquito subido, pero como sólo oigo halagos desde el exterior al final me lo creo.
La tercera imagen muestra mis pantorrillas. Sí, ya empezamos a adentrarnos en terrenos que necesitan de, al menos, un rombo para ser mostrados en público.
La cuarta imagen es una de esas diagnósticas. En el centro, con forma de hueso, se aprecia a la perfección el fémur. Tiene una longitud de 56,2 mm, que ya empieza a acercarse a la que tendrá cuando salga de este saquete.
Quinta imagen: ya hemos llegado al punto al que quería llegar, pero no por gusto si no por necesidad. Vamos a ver, voy a confiar, voy a ser biempensante, no voy a querer sacar las cosas de madre, pero, ¿había necesidad de sacarme la picha para pública observación? Sí, es eso que parece el pitorro de un botijo en la parte derecha. ¿Qué pasa? Todavía no he nacido, y todo el mundo sabe lo que pasa cuando estás mucho tiempo en el agua. Pues eso.
Sexta imagen: más de lo mismo, sólo que si en la anterior era el alcalde lo que se veía, en esta son los dos concejales. Se aprecia su gran volumen, su forma redondeada. Si no ves las dos pelotas es que necesitas con urgencia unas gafas de cristales blindados de banco, porque el culo de un vaso te queda corto.
En la séptima y última imagen puedes verme los sesos y el diámetro biparietal, o lo que es lo mismo, lo que me mide de ancha la cabeza. En mi caso son 87,2 mm, lo que correspondería a un colega intrauterino de 34 semanas y 3 días. No es grande, es un continente adecuado a la gran cantidad de cosas que hay y habrán dentro.
La mitad de personas estarán todavía intentando ver el cordón en la primera imagen. No te apures, tómate tu tiempo, pero cuando hayas acabado con la cocorota mándame un email o algo.

SEMANA 33 DE EMBARAZO

¡Hola!
Yo no me lo puedo creer, aquí cada vez hay menos sitio, a ver si los de ahí afuera dejáis de hacer el chorra y me hacéis hueco para que pueda moverme a mis anchas. A todo esto ya llevamos 33 semanas de embarazo, ¡cada vez queda menos! Ya mido unos 45 centímetros y peso más de 2 kilos, pero más más. Debido al gran desarrollo cerebral experimentado en esta semana 33 (vamos que los sesos crecen a saco), la circunferencia craneal ha aumentado en los últimos días casi 1,25 centímetros. ¿Cabezón? No, desarrollado encefálicamente.
La mayoría de los huesos se están endureciendo, aunque los de la cabeza todavía están muy blandos; de hecho, son huesos separados que tienen espacios entre ellos. Esta flexibilidad en los huesos de la cabeza permite que se compriman para pasar por el canal vaginal a la hora de la verdad. La presión es a veces tan intensa durante el nacimiento, que algunos bebés nacen con la cabeza en forma de cono, es decir, la leyenda de los caraconos no es tal, es cierta como cualquier elemento tangible. Pero que nadie se preocupe porque esto es totalmente normal y no nos hace ningún daño. Además es temporal, porque en poco tiempo volvemos a tener un aspecto normal. A pesar de esto, los huesos de la cabeza no estarán completamente unidos hasta que tenga entre 9 y 18 meses.
El cerebro prosigue su rápido desarrollo, y ya tengo todos los sentidos ya en funcionamiento. Puedo ver lo que me rodea (unas vistas que te cagas), saborear el líquido amniótico (que tiene un sabor, uf, indescriptible), sentir el tacto de los dedos (me toco, sí, pero sin nada sexual), y oír el corazón y la voz de mamá (y de más gente que está por aquí alrededor). En el saco amniótico no hay aire que lleve olores, pero si lo hubiera, ten por seguro que también podría olerlos.
Como me queda poco espacio ya no puedo patear ni soltar huascas como de costumbre, así que debo ejercitar otros músculos... los párpados, los labios... no es mucho, ya lo sé, pero algo es algo. Aunque si pillo la postura buena sí que puedo soltar las piernas.
Mis períodos de vigilia y sueño suelen modificarse cada dos horas. Esto es un sinvivir. Lo que más me fastidia es que haya un ruido fuerte y me despierte, ¡cuando más a gustito estoy!
vitales que tenemos, cuesta imaginar con qué podemos soñar. ¿Que jugamos con los pies? ¿Nos imaginamos que son todos los ruidos? Para un miembro del colectivo Se ha descubierto que a partir de la semana 33 de embarazo, podemos realizar unos Movimientos Oculares Rápidos (MOR), que en inglés se llaman Rapid Eye Moviment (REM), sí como los que cantan "Losing myreligion", precisamente de ahí viene el nombre del grupo. Conocimientos por vías genética, ya lo expliqué. Estos movimientos pueden ser señal de que el colectivo intrauterino sueña. Pero claro, yo me pongo a reflexionar: ¿qué soñamos? ¿que damos patadas bien a gusto? ¿que salimos al exterior y tomamos aires? ¿que los ruidos que escuchamos proceden de monstruos? A pesar de las pocas experiencias que tenemos en el colectivo intrauterino, soñar, a pesar de la simplicidad de estas ensoñaciones, puede jugar un papel crucial en cuanto a la estimulación y el crecimiento del cerebro. Los amigos psicólogos fetales tienen tiempo de sobra.

miércoles, 8 de julio de 2009

SEMANA 32 DE EMBARAZO


¡Hola!
Ya tengo 30 semanazas de gestación, 32 de embarazo y llevo un par de ellas cabeza abajo a ver si me decido a salir, aunque aquí, a pesar de todo, se está bastante bien. Ya mido alrededor de 45 centímetros y mi peso está cerca de los 2 kgs. Tengo que engordar deprisa si quiero estar listo cuando deba de salir. Como hace tiempo que no me comparo con un vegetal, y esta semana estoy rumboso, voy a ello: tengo el tamaño de una jícama grande (también se conoce como yacón o nabo mexicano, prohibidas las bromitas fáciles).
Cada vez estoy más estrecho aquí adentro, casi como cuando Luke Skywalker, Han Solo y la Princesa Leia se caen a la compactadora de basuras de la Estrella de la Muerte. No sé si es que intentan que salga de aquí, para eso que enciendan las luces, como en las discotecas (creo que todo esto lo sé por vía genética, porque desconozco que es una discoteca). Me cuesta horrores moverme y ahora ya no puedo practicar ni patadas voladoras, ni giros a lo Matrix, ni nada por el estilo, sólo puedo flexionar y estirar brazos y piernas y como mucho girar sobre mí mismo como una peonza, más despacio pero marea.
Hoy en día los científicos (concretamente mis amigos los psicologos fetales) ven pocas diferencias entre el feto de 32 semanas y el cerebro del recién nacido. Antes se pensaba que el desarrollo mental empezaba con el nacimiento. Pero ahora se cree que el colectivo intrauterino puede pensar, incluso hacer memoria. ¡Nos ha jod...fastidiado mayo! Claro que hacemos memoria, si no de que íbamos a reconocer a la gente por la voz en el exterior. Es que hay cada lumbrera... Se cree que a partir de esta semana 32, podemos incluso crear nuestro primer recuerdo. Sólo espero que el mio nada tenga que ver con ñordas ni nada desagradable.
Hay unas cositas al final de mis dedos que tiene un color blancurrio y están duras. He aprendido que puedo morderlas, así que ya tengo otro entretenimiento. Tengo que aprender a sacarme mocos y tendré el kit anti-aburrimiento en semaforos listo.
Hay algunos bebés que en esta semana ya tienen cabello, pero otros sólo tienen un poquito de vello, como el que recubre un melocotón. No me lo veo, pero por lo que toco creo que voy a salir con un melenazo que ríete tú de los anuncios de L'Oreal.
Definitivamente la estructura pulmonar está madura, sólo falta producir más surfactante de mejor calidad cada día. Así que dentro de un poco y para celebrar mi nacimiento me fumaré un puro (todo esto viene por vía genética, lo prometo).

miércoles, 1 de julio de 2009

SEMANA 31 DE EMBARAZO


¡Hola!
Semana 31 de embarazo, 29 en mi cuenta. Aquí cada vez hay menos sitio y hace más calor. Es imposible moverse, no puedo ni dar patadas ni estirarme ni nada. Y esto va a peor. Ahora mido unos 41 cms. y peso más de 1,5 kgs, pero hasta el momento del nacimiento aún tengo que crecer unos 9 o 10 cms, pero eso no es lo gordo (nunca mejor dicho), porque debo de, al menos, doblar mi peso, es decir, llegar hasta los 3,5 kgs.
Se nota que cada vez estoy más ternasco. La grasa que se ha estado acumulando en los últimos meses hace que mis brazos y piernas se vean llenos y torneados. Desde que hace calor noto que al líquido le salen burbujitas y que huele como a codillo cocido, y a mí me entran ganas de darme un bocado.
Como ya estoy encajado boca abajo, si tengo que mirar hacia algún lado he descubierto que puedo girar la cabeza a los lados. La verdad es que me gusta este gesto, mover la cabeza de un lado a otro. Creo que lo usaré cuando salga, para ser graciosito, y en cuanto me digan algo moveré la cabeza de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.
Por mis adentros los pulmones ya están preparados para la primera bocanada de aire, pero tendrán que esperar, porque aquí aire no es que haya mucho. El tubo digestivo está casi maduro, de manera que podría movilizar mis intestinos aunque raramente lo hago. Principalmente por mí mismo, porque no quiero ni imaginarme esto lleno de submarinos marrones navegando. Porque piensa por un momento qué pasaría si me duermo con la boca abierta y... Por eso cada cosa en su momento.
Por si piensas que estoy en un ambiente infecto no te preocupes, ya que todo lo que desecho en el líquido amniótico es filtrado y purificado por la placenta cada día, de manera que mi ambiente está siempre limpio y más o menos cristalino. Hago currar bastante a la placenta ya que elimino aproximadamente medio litro de orina al líquido amniótico... Un momento, si resulta que ahora estoy inmerso en medio litro de líquido amniótico y cada día meo medio litro de pipi...¿significa que estoy siempre en mi pipi y que me lo bebo? Puaghhhh, ¡que me saquen pronto de aquí!

miércoles, 24 de junio de 2009

SEMANA 30 DE EMBARAZO

¡Hola!
Hay que ver el calor que hace ya. Se nota que ya estamos inmersos en el verano, o lo que es lo mismo, entramos en la última fase de mi gestación, esa que concluirá dentro de unas semanas con mi llegada a ese mundo.
Ya he llegado al kilo y medio de peso y mido alrededor de 40 centímetros. Los preparativos para la salida a escena se aceleran. Ya sabes que estoy en posición de salida, falta que me decida. Menos mal que me he dado prisa y he sido previsor como la mayoría de los bebés que nos ubicamos con la cabeza hacia abajo, pero algunos deciden no hacerlo, ya sea porque se acuerdan tarde de girar (como si hubiera mucho que hacer por aquí, si se olvidan de esto no quiero saber que pasa cuando dirigan un equipo de trabajo) y el útero ya no lo permite, o bien porque se hallan enredados con el cordón umbilical o el mismo resulta corto, limitando su movilidad. Pero por lo menos el cordón umbilical sirve para algo, juego con él. Sí, ya sé que es por donde se transportan los nutrientes, el oxígeno y todo eso, vale, pero no eso no lo veo.
Ahora estoy flotando en casi medio litro de líquido amniótico, pero ese volumen disminuirá a medida que crezca y ocupe todo el útero.
Ya soy capaz de distinguir entre la luz y la oscuridad, e incluso puedo seguir con los ojos una luz que se mueve. Cuando nazca, me han comunicado que mantendré los ojos cerrados la mayor parte del tiempo, pero cuando los abra, responderán a los cambios de luz. Sin embargo, sólo podré ver las cosas que tenga a unos centímetros de mi rostro, me han contado. Pero no te preocupes, porque cuando me tengas en brazos podré reconocerte, o si no siempre me queda reconocerte por la voz.
En cuanto a los órganos, entrañas y demás productos de casquería, mi cerebro ha crecido y se acomoda al tamaño de mi cabeza, pero que nadie se atreva a hacer broma acerca de los tamaños, tengamos la fiesta en paz. Los pulmones continúan madurando y produciendo surfactante, imprescindible para que al nacer pueda respirar por mí mismo.
¿Ya estáis haciendo apuestas de cuando naceré? ¡Y a qué esperas!

jueves, 18 de junio de 2009

ECOGRAFÍA 3D SEMANA 29


¡Hola!
Esta semana me tienen loco, no faltaba con una ecografía ayer que esta tarde ya me han hecho otra. Y esta tarde se han esmerado, nada de los cinco minutos de costumbre, nada de pim-pam-pum y se acabó, no. Me han tenido al menos media hora con el traca-traca. Claro, a vosotros no os molesta el zumbido a la cepa de la oreja, realmente es molesto, os lo prometo. Y eso no es lo peor, uno está tan tranquilo lamiéndose los puños (que últimamente se está convirtiendo en mi hobby favorito) y empiezan a sacudir el saco este en el que vivo arriba y abajo hasta que he bajado los brazos (que en realidad es subir porque estoy cabeza abajo). Si lo dijerais de buensa maneras no tengo ningún problema en hacerlo, porque encima papá amenazándome con quitarme la Wii. ¡Si no sé que es eso!
Así que me ha tocado echar mano de mis múltiples recursos y poner en juego todas mis muecas para entretener a los presentes. Últimamente he estado practicando algo porque suponía que antes o después tendría que tirar de ellas para aplacar a un público exigente que siempre pide más y más, que es que sois insaciables.
He utilizado la carusa, he fruncido el ceño, he sacado la lengua, me ha tocado sonreír, he torcido el cuello, he puesto la boca de todas las maneras que se me ha ocurrido, he puesto ojitos, he guiñado, he sacado a relucir la papada (sí, tengo papada...), he hecho puños dentro-puños fuera... yo qué sé, al final estaba sin ideas.
Por ahí están las imágenes, así que ya verás algo de lo que he hecho. Eso sí, estoy satisfecho porque habían muchas voces, más de las habituales de papá, mamá y las dos mujeres que a veces oigo, había una mujer más, que decía constantemente: "tiene cara de chico chico", o "que espabilao" y más de una vez "¡Qué guapo, Eric!". Si soy capaz de conquistar a las mujeres desde mi condición intrauterina, no quiero saber que pasará cuando me pasee por ahí fuera: nadie está a salvo de mi encanto.

miércoles, 17 de junio de 2009

ECOGRAFÍA SEMANA 29




¡Hola!
¡Vaya, vaya! Hemos vuelto a jugar a hacer fotitos... Pues esta vez no me habéis pillado en un renuncio, como estoy en una postura sin mucha posibilidad de moverme estoy más preparado en cuanto oigo el sonido del ecógrafo, que por cierto, ya reconozco.
Pasemos a explicar las imágenes que puedes ver. En las dos imágenes de la izquierda se puede ver mi perfil, cincelado por mano de escultor de la Grecia Clásica. Puedes ver la belleza de mi rostro, puedes deleitarte tanto como quieras, puedes tomarte tu tiempo, no te lo tengo en cuenta, es más, lo comprendo perfectamente.
En la primera de las dos imágenes centrales se puede ver de igual manera mi perfil, pero esta vez con la boca abierta, y si te fijas puedes ver mi lenguecita, dispuesta a lamer cositas ricas. De momento me conformo con el líquido éste que me envuelve, y de vez en cuando me chupo en el brazo y en el puño, que saben como a mantequilla, así dulcecito.
La segunda imagen del centro puedes ver el resultado de la prueba diagnóstica de medición del fémur. Ya sabes en que consiste, se mide el fémur para comprobar que la evolución es correcta. En mi caso mide 53,1 mm., que corresponde a un feto de 28 semanas + 1 día. Según oí al doctor no pasa nada, supongo que si los dos fémures son iguales no tiene que ser preocupante.
En las imágenes que se encuentran a la derecha se ven otras dos pruebas diagnósticas. La de arriba permite apreciar mi tórax, junto a parte de la espalda. En la parte superior se distingue la columna vertebral, y desde ahí nacen las costillas. En el centro, y marcado con una especie de huso, se encuentran unas cavidades negras que son mi corazoncito, pequeño en tamaño, grande en capacidad de amar.
La última es la de siempre, el diámetro del perolón. Esta semana tendría que comprarme un casco que tuviera 77,1 mm. de diámetro. Esta cabeza corresponde a un feto de 29 semanas + 6 días. ¡Vaya melón!, pensarán algunos. Pero al nacer todo acaba ajustado y no se nota, vamos eso espero.

SEMANA 29 DE EMBARAZO

¡Hola!
Esta semana he decidido no hablar del peso. ¿Para qué? Ya sabéis que paso del peso medio en esta semana de gestación. Por si te interesa mucho mucho piensa que he aumentado aquel kilo trescientos de hace una semana, unos 100-150 gr. Ahora mido cerca de 38 centímetros desde la cabeza hasta los talones, la misma altura que alcanza una Godecia doble, hortofrutícolamente hablando.
En este punto he de disculparme por mi actitud hacia el doctor que la semana pasada tuvo la osadía de pesarme. Quizá su afirmación no sea tan descabellada. Desde aquí veo que estoy comenzando a redondearme y ya no parezco tan flaco.
Por otra parte los músculos y pulmones siguen desarrollándose y la cabeza está creciendo para adaptarse al cerebro, que cada día está más grande. De hecho ya hemos entrado en una fase en la que el cerebro ha madurado tanto que puedo regular mi temperatura corporal, que con la que está cayendo no es baladí. Pero ojito, todavía necesito el calor del cuerpo de mamá para mantenerme caliente hasta que nazca. Se siguen desarrollando células nerviosas del cerebro. Al nacer, tendré cientos de miles de millones de ellas, que aunque parezcan muchas, se debe recordar que no se crearán más después de nacer. Todas esas células nerviosas estarán al servicio de controlar que mis excrementos abandonen mi cuerpo humano en el momento más inoportuno. ¡Viva el mal!
Como estoy creciendo tanto, ahora es cuando más nutrición necesito. Por eso y para que esté bien alimentado, necesito que mi madre me envié por el tubo que va a mi panza suficientes proteínas, vitamina C, ácido fólico, hierro y calcio. Cada día se depositan en mi esqueleto unos 200 miligramos de calcio, que van endureciendo mis huesos.
Mis sentidos están muy activos, ya sé ponerme cómodo y he aprendido a moverme. Entre todas las posturas ya he encontrado una que me gusta, quizás permanezca así lo que queda en el loft. Estoy boca abajo, porque me encaja la cabeza con un hueco y así puedo controlar mejor mis funciones motrices y patadeicas (ya sé que no existe la palabra pero, ¿me has entendido? Pues eso).
Ahora resulta que se han inventado un jueguecito, hunden mi espacio vital (¡el mío!) y yo respondo con una patada, con todas las ganas que tengo. Vuelven a hundir y vuelvo a patear. Se creen que me hace gracia, pero me fastidia bastante. Los oigo reirse y decir: "¡Qué fuerte! ¡Qué fuerte!". Ya lo sé, intento pegar todo lo fuerte que puedo, saben reconocerlo.

miércoles, 10 de junio de 2009

SEMANA 28 DE EMBARAZO

¡Hola!
¡Qué poco queda! Menos de 84 días para que nos veamos las caras. Aquí sigo mi evolución, que se va a acelerar en los días que quedan. De momento ya mido entre 25 y 30 cm desde la cabeza hasta el culete, hasta los 37,5 cm si me mides hasta los talones. No voy a incluir símiles hortofrutículas, que ya no estoy en esa fase ni en esa edad. Respecto al peso... bueno, aquí hay que hacer un inciso. Ayer mi mamá fue otra vez al médico y estuvo diciendo (el médico) que podía pesarme a través de una serie de datos como la medida de algunos huesos, la circunferencia craneal, etc. El caso es que el médico suelta que peso 1,300 kg, o sea, unos 200 grs. más de lo que es habitual a estas alturas. Poco, bueno, depende, 200 gr en una tonelada de arroz no va a ningún sitio, pero 200 gr en un alijo de cocaína. A mí esto me ha llegado muy adentro y me ha tocado los lanugos: vamos a ver, medicucho, ¿me estás llamando gordo? Espero que no, que lo único que has querido decir es que estoy crecidito. Porque hay que tener cachaza para meterse con el colectivo inteauterino, a la próxima ponle lo que hay que ponerle y me lo dices a la cara, ¡eh!, me he quedado con tu voz.
Pero esto puede ir a peor ya que sigo aumentando de peso. Es hora de que empiece a producir una capa grasa bajo la piel que iré acumulando. Además esta piel ya cuenta con queratina, que le da colorcillo (blancurrio, que aquí no entra mucho el sol) y está dejando de ser transparente como una medusa.
Los pulmones esta semana comienzan a producir surfactante, sustancia imprescindible para el inicio de la respiración fuera del útero. El caso es que cada vez estoy más preparado para salir al mundo exterior. Otro impulso preparatorio es que ya puedo abrir y cerrar los ojos que, además, tienen pestañas, bien bonicas, por lo que creo. Todavía no los abro para ver (los ojos, claro) es más bien un reflejo. Aquí, como habrás comprendido a través de esta bitácora, no hay vistas especialmente chulas.
Mis sentidos están cada vez más despiertos y mi corteza cerebral se ha desarrollado hasta tal punto que puedo empezar a albergar conocimiento. Es más, en las próximas semanas, mi sistema nervioso estará tan avanzado como el de un recién nacido. Investigaciones recientes, cosas de esas que hacen los psicólogos fetales (¡Hola, amiguitos del alma!) explican que, con la semana 28, el pequeño es más consciente de lo que le rodea. Una semana de éstas, crearé mi primer recuerdo. No sé si será bueno o malo, de ti depende, y eso puede ser algo que me persiga el resto de la vida. ¿Te sientes culpable?
En este momento empiezo a familiarizarme con la voz de mi mamá. La reconozco porque la escucho más claramente que a los demás sonidos, mejor incluso que a los médicos faltones. De vez en cuando respondo a ella, sólo que nadie me hace ni puñetero caso y no saben lo que respondo. También reconzco la música que suena a mi alrededor. Hay estudios que confirman que si escuchamos (el colectivo intrauterino) una misma melodía una y otra vez también podemos reconocerla, incluso seguir su ritmo, hasta si es Metal Hardcore Destroyer Leñero. Esto ha demostrado que la memoria a largo plazo funciona antes del nacimiento. Los de ahí fuera debeis de tener cuidado y tened en cuenta que las canciones pueden influir en mi ánimo. Las de ritmos acelerados me sobrestimularán, en cambio, la música suave le relajará.
Ahora mi corazón late a unos 140 lat./min. ¡Imagínate si me sobreestimulas! Mis períodos de vigilia son más prolongados respondiendo con movimientos contundentes a estímulos externos. Esto lo sé porque de vez en cuando se acerca una mano, le respondo con una yoya y me responden a la respuesta con un ¡joer! Hay que ser contundente, si no de qué le iba yo a colocar una bomba-lapa a los bajos del coche del médico, sin motivo depor medio es violencia gratuita, y eso no es digno.

miércoles, 3 de junio de 2009

SEMANA 27 DE EMBARAZO

¡Hola!
Una semana más estoy aquí para contaros un poco que me pasa por aquí dentro. Mido unos 25 cm. de culete a cabeza y unos 36,5 desde los cheques, perdón, talones (sí, ya ha empezado mi formación de chistes malos) hasta el lugar donde nunca me pondré un kiki. Es una medida similar a la de un pepino kalunga. He aumentado algunos gramos y ya llego a 1 kilo de peso aproximadamente.
Por eso mi piel está comenzando a engrosarse y en la próxima semana se depositarán en ella células córneas que le darán el aspecto de la piel de los que ya estáis expuestos al aire libre. Hay algo que empiezo a llevar mal y es que esto cada vez se me queda más pequeño y ya me cuesta estirarme.
Ahora abro y cierro los ojos, estoy intentando girarlos por completo y dejarlos en blanco (así me echaré unas risas al nacer cuando alguien piense que estoy endemoniado o algo por el estilo). Por cierto, he visto mi propio reflejo (sé que soy yo porque esto muy concurrido no está, obviamente) y he descubierto el color de mis ojos ya que el iris está pigmentado. Pero me lo callo para que también apostéis por eso. Una empresa de apuestas por internet se está interesando por mí, pero quiero escuchar más ofertas.
Como me aburro un tanto y mi código genético me obliga, estoy chequeando mi "sistema". Por ejemplo con los músculos de mi pecho que empiezan a practicar un movimiento como el de la respiración empleando los pulmones y el diafragma. Los pulmones son el último órgano vital que se forma en los bebés. En el interior no los uso, ya que obtengo el oxígeno de la placenta a través del cordón umbilical y también de lo que trago de la bolsa amniótica. Los pulmones todavía no están totalmente desarrollados, pero si naciera antes de tiempo, podría respirar con ayuda(de una maquina, claro). Puede que por ahí fuera, sobre todo mi mamá, se noten unos saltitos rítmicos en la nave nodriza. No son turbulencias del vuelo, si no hipo. A partir de ahora será bastante común que notes cuando esto ocurre. El hipo no suele durar mucho y además, de regalo para mi mamá, hago unas agradables cosquillas. Hay quien comenta que el hipo fetal es curioso porque sólo produce espasmos, no produce ruido porque no hay aire en los pulmones.
Entre ratos también me chupo el dedo, literalmente, no retóricamente que no me he caído del guindo. Digo entre ratos porque ya tengo mi horario regular de dormir y estar despierto. Normalmente duermo de día y me divierto de noche, lo normal ¿no? Ahora estoy más activo porque mi cerebro está cada vez más desarrollado.
Si acercas la oreja a la tripita de mi mamá se pueden escuchar mis latidos, pero corres el serio riesgo de llevarte una patada de regalo, firmada personalmente, eso sí. El ritmo cardíaco está muy vinculado entre madres e hij@s, el estrés y los hábitos influyen directamente. Si no se llevan unas costumbres y un ritmo de vida sanos, se pueden desarrollar diversos problemas en el feto.
Mi mamá es bastante sana, pero de vez en cuando me llega por el cordón un líquido marrón, dulce y burbujeante que ¡¡¡me pone a cien, neng!!!

miércoles, 27 de mayo de 2009

SEMANA 26 DE EMBARAZO


¡Hola!
¿No empieza a hacer ya calor? Bueno, vamos a lo que vamos. Estamos en la semana 26 de embarazo, lo que significa que mi desarrollo va por las 24 semanas, mido 24 cm. desde la cabeza hasta el culete, o 35,5 centímetros desde la cabecita hasta los talones, el tamaño aproximado de un pepino largo (bien, volvemos a las medidas verduleras). Peso entre 850 gramos y un kilo.
Mi peso se triplicará desde ahora hasta que nazca, hasta llegar a unos tres kilos y medio, ya que en las próximas semanas iré acumulando grasa muy rápidamente. Se necesita toda esa grasa para poder ajustarse a las temperaturas más frías que hay fuera de este lugar tan calentito y cómodo donde me encuentro ahora. Además, esa grasa será una fuente de energía y calorías en mis primeros días de vida. Parece que en vez de un bebé humano sea un bebé foca. Es común que los recién nacidos, especialmente aquellos que son amamantados, pierdan peso en la primera semana (algunas veces hasta un 10 por ciento de lo que pesaban al nacer).Mi piel, por si queda alguna duda, todavía es transparente, así que si naciera hoy verías perfectamente todo el sistema circulatorio.
Me pasa la mayor parte del día dormido, pero eso cambiará cuando abran el bingo de aquí enfrente (poco a poco ensayo mi ironía). Cuando me despierto, tengo más energía y empiezo a hacer uso de reflejos importantes. Los nervios en los oídos cada vez se están desarrollando más y por eso puedes notar que respondo de una forma más consistente a los sonidos que llegan de afuera. Cuando oigo ruidos repentinos, saco mis reflejos de protección extendiendo brazos y piernas como mecanismo de autodefensa, es decir, las típicas huascas y las naturales patadas en la boca.
Hoy en día, con las comodidades de la vida humana, estos instinto no se hacen tan necesarios como lo eran para nuestros antepasados, cuando vivían en las cuevas y los dinosaurios podían comérselos de un bocado. O algo así, que a pesar de tener genes de historiador al cuadrado, esta parte no me acaba de quedar clara. Sin embargo, otros reflejos sí lo son. Es el caso del reflejo que consiste en ingerir medio litro de líquido amniótico al día. Este reflejo pervive durante toda la vida y varía en algunos individuos, en vez de líquido amniótico es cerveza o whisky, en vez de medio litro puede ser litro y medio... Esta tendencia natural (la del líquido amniótico) ayuda a que el sistema digestivo se desarrolle bien.
Asimismo, ahora respiro de vez en cuando un poquito de líquido amniótico, para practicar las primeras bocanadas de aire que tomaré cuando nazca. Me han dicho que es menos denso que este líquido, ya veremos. Otro reflejo que estoy ejercitando es el reflejo labial de succión, ya que empiezo a chuparme el dedo con virulencia, aburrimiento puro y duro.
Percibo cada vez más los estímulos del mundo exterior como la luz, el sonido o las presiones sobre el abdomen. Así que estoy atento, en la medida que puedo, a todo lo que pasa fuera, así con las orejas de punta y los ojos abiertos de par en par.

miércoles, 20 de mayo de 2009

ECOGRAFIA SEMANA 25



¡Hola!
Suelo llevar bastante bien las cuentas de cuando toca las ecografías, y mira que yo intento estar preparado, pero nada de nada, que siempre me acaban cogiendo en un renuncio y cuando menos me lo espero, ¡zasca! foto en postura comprometida.
Vamos con la explicación de eso que puedes ver en blanquinegro ahí arriba:
La primera no tiene gran misterio, ya que es mi cara junto a una de las piernas. Se ve un poco raro ya que la foto ha capturado el instante en el que practicaba mi bal-badak (el taekwondo ya forma parte de mi). Es que siempre me pillan en mi hora de entrenamiento, y eso es importantísimo, así que hasta que no acaba la hora yo a lo mio.
En la segunda imagen se aprecia lo que podríamos denominar doble directo, es decir huasca con la derecha, huasca con la izquierda. Volvemos a lo que comentaba hace un momento, mi hora de entrenamiento es ineludible, y como estoy en un ambiente blandito pues yoyas y patás a diestro y siniestro.
La tercera imagen es la que me produce los desvelos. Con la cantidad de posturas distintas que hay, ¿no podrían cogerme en una que no pareciera que me he sentado en una fotocopiadora? ¿O en una que no parezca que han escondido una cámara en el váter? Es que es la segunda vez, vamos, que esto ya no es por error, que esto es a mala leche. ¿A quien le hace gracia que le hagan una foto desde el mojino? A mi no, desde luego. Y todo con la excusa ruin de que me quieren medir el fémur. Me mide 45,1 mm, lo que corresponde con un feto de 25+1 semanas, no se va mucho de mi edad real (incluso estoy un poco más crecido).
En la cuarta imagen no hay mucho que explicar, es mi perfil y punto. Al rato, mientras mi papá, mi mamá y mi tía (creo que se llama Raquel tía) comentaban las ecografías he oído que decían que tengo una buena frente, como mi mamá, o eso he oído.
La última es una prueba diagnóstica, mide el perímetro de mi cebolla. Me refiero a la cabeza, que como siempre me comparo con frutas y/o verduras, pues le he cogido gustillo. Mi cabeza de parte a parte mide 66,1 mm, lo que corresponde a un feto de 25 semanas + 4 días.
Poco tiempo ha habido para carantoñas, la verdad es que no estaba muy por la labor. Al principio me he asustado, ya que me estaba chupando el pulgar, y claro, así quedo como un criajo y a mi me gusta estar estirado para parecer más elegante. Lo que me ha sorprendido ha sido la conmoción de cuando he abierto la boca para beber. Si uno tiene sed, ¿qué tiene que hacer?
Así he pasado la tarde, a ver si por aquí consigo datos de cómo evitar que me volváis a ver el culete, pero mucho me creo que no será fácil.

SEMANA 25 DE EMBARAZO


¡Hola!
Cada semana va quedando menos, ya estamos en la semana 25 de gestación y 23 de mi crecimiento. Ya mido más de 20 cm. (23 aproximadamente) de cabeza a pompis, y mi longitud total es de más de 30 cm. (alrededor de 34 centímetros) desde el pirri hasta la uña del dedo gordo del pie. Peso unos 680 gramos y, aunque no te parezca mucho peso, atrévete a decirselo a mi mamá a la cara. Mi cuerpo se ve más lleno, en vez de delgado y largo. A medida que vaya engordando, mi piel tendrá menos arrugas y se verá más suave. Las lorcillas se empiezan a distinguir a ambos lados. Cada día me parezco más al recién nacido que conocerás en unas semanas. ¿Cuántas? ¡Ah! Ese es el gran secreto, y así es más divertido para todos, ahí fuera podéis hacer porras para pasar el rato hasta el gran momento (el de conocerme, claro).
Ya tengo pestañas, lo sé porque las he tocado, vérmelas es imposible, claro. El color de los ojos todavía no se ha desarrollado por completo, ya que algunos pigmentos necesitan luz para acabar de formarse. Por eso, los ojos del colectivo intrauterino cambian en las primeras semanas de vida. De color, no de nada más. Los caucásicos suelen nacer con ojos claros, pero cuando maduran no tienen porqué conservarlos, posiblemente acaben con ojos verdes o marrones. Como los míos, ya que papá y mamá tienen los ojos de ese color, así que los míos serán chulísimos. Antes se creía que el color de los ojos estaba determinado por un solo gen, nuevas investigaciones han demostrado que realmente son varios genes, así que es imposible saber qué ojitos tendrá el bebé sólo mirando el de los progenitores.
Ya que estamos con el rollo estético hablaré del pelo, que en mi caso ya tiene color y textura, aunque una vez que haya nacido, podría cambiar. Por ejemplo, los bebés que nacen pelirrojos pueden ponerse rubios, los que tienen pelo oscuro pueden tener luego mechas de un color más clarito y, a menudo, los rubios se convierten en morenos. Esto es como ir a la peluquería, gratis y sin aguantar a la choni adicta al tinte (cada diez minutos se oxigenan, a pesar de la raya negra, más amplia que la parte descolorida) con el piercing de plástico negro en el labio superior.
En otro orden de cosas, el sentido que más se desarrolla a partir de esta semana es el oído. A pesar de estar muy aislado, me entero de todo lo que pasa porque las ondas sonoras viajan más rápido por el líquido amniótico que por el aire, esto lo compruebas metiendo la cabeza bajo del agua (mejor en la playa o en la piscina que en la taza del váter). Como consecuencia, empiezo a escuchar los primeros sonidos, principalmente los gorgoteos, los murmullos del cuerpo de mamá y cuando raja junto a sus compis de curro.
También percibo ruidos que yo mismo produzco, como mis chapoteos en el líquido amniótico (como mola hacer olas), algunos ruidos fisiológicos míos, o el movimineto de los líquidos producido por las ondas ultrasónicas de las ecografías. Aunque los ultrasonidos no son percibidos por el oído humano, las ondas agitan el fluido de la bolsa amniótica y el pequeño puede percibir su sonido. Del mundo exterior, me llegan las conversaciones, ruidos estridentes y música. Con todo, los soniditos de mamá siempre serán diferentes del resto, porque viajan a través de los fluidos de los dos cuerpos. Ésta es una de las muchas explicaciones que se da a la especial relación que establecen madres e hijos desde el nacimiento. Cosas de la psicología fetal, esos grandes profesionales.
Ahora que ya hemos cogido confianza (aunque habrá que esperar a dentro de unas semanas) te voy a contar una anécdota: la otra tarde estaba yo tan tranquilito cuando de repente oigo a mamá que dice: "Ven Santi, acerca la cabeza por si lo puedes escuchar". De repente noto que se empieza a hundir una de las paredes, que constriñen mi espacio vital (que es sagrado), y, claro, yo me defiendo de la única manera que conozco: a patadas. Así que a la primera guasca el bulto decreció, desapareció la depresión invasora y pude respirar aliviado. Confirmé mi triunfo cuando escuche a mi papá diciendo: "Jo*er con el crío, que ha endiñao una patada que casi me revienta la cabeza". Textual.
También empiezan a ponerme música y a mi que me gusta, bailo. Pero cuando más emocionado estoy y más botes estoy dando, me quitan la gracia y se acabó la música. ¡Qué egoístas!

miércoles, 13 de mayo de 2009

SEMANA 24 DE EMBARAZO

¡Hola!
Volvemos a encontrarnos en mi rinconcito. Ya llevo 22 de formación (24 de embarazo), por lo que quedan unas 16 semanas para que saque la cabecita al mundo. Al final de esta bitácora sabes que hay un reloj con la marcha atrás hasta las 12:00 del 2 de septiembre, más o menos para cuando se me espera. Aunque al final día y hora lo decido yo bajo el criterio, salgo cuando me salga de los... líquidos amnióticos.
Ahora mido unos 22 cm. (tamaño cabeza-culo), o alrededor de 30 cm. (medición cabeza-pies). Peso aproximadamente de 650 gramos. He crecido de manera considerable en una semana, pero ya todo lo que crezco y engordo de manera proporcionada. Como sé que echas de menos la medición frutoverdulera no voy a dejarte esta semana sin ella. Tengo el tamaño de una piña tropical y peso como el Queso Flor de Valsequillo Semicurado untado al pimentón en bola, umhhh, ¡qué rico! Mamá apúntalo para comerlo antes de que salga. O si no, antojo al canto.
En estas semanas en las que ya tengo todo formado, estoy "perfeccionando" mis órganos como por ejemplo, el cerebro o los pulmones. El tubo digestivo se desarrolla más y más y algunos órganos como el páncreas, comienzan a producir sustancias importantes para la vida ahí fuera, como la insulina que permite que las células puedan incorporar la glucosa del alimento.
En esta semana los primeros estímulos del exterior me van llegando. Casi todos los órganos sensoriales (oído, olfato, papilas gustativas y nervios del tacto) están ya maduros. Esta etapa es clave porque empezaré a interpretar el mundo, a interactuar, explorar, aprender. Y sin necesidad de periódicos o internet, aunque creo que el exterior más exterior es tan difícil de comprender que ni los sesudos adultos pueden entenderlo, vamos, eso he oído por aquí.
Para empezar, estoy empezando a familiarizarme con olores y sabores del exterior y de los que me presta mi mamá (como los de la leche) a través del líquido amniótico. Son todos los olores y sabores buenos, no de esos que van acompañados con un: "¡buegghhh! Mira que eres guarro". Hay cosas que ya me gustan, seguro que lo comeré cuando nazca, ¿sería una estrategia de control y dominio?.
El único sentido que todavía no experimento es el de la vista. Puedo percibir algún brillo de una luz fuerte como la del sol, pero el útero tiene las paredes muy gruesas y es muy oscuro, así que, corasón, que voy a mirar, mejor me ahorro el esfuerzo y ya para más adelante, si eso, me pongo a ello. También es verdad que oigo (creo que es papá) decir a menudo: "si para lo que hay que ver...". Ya puedo abrir los ojos y diferencio perfectamente la luz de la oscuridad: blanco, luz; negro, oscuridad. Abro y cierro los ojos bastante, dicen que este movimiento es el precursor del reflejo del parpadeo.
Además, cada día puedo escuchar más cosas y reconocerlas. A veces me asusto si escucho un ruido muy fuerte y lo transmito a la nave nodriza haciendo un movimiento brusco, aunque me estoy acostumbrando a los ruidos de todos los días, como el sonido de las sirenas o el de algún chucho ladrando. Así cuando salimos al exterior (el colectivo intrauterino) ya estamos hechos a algunos ruidos y algunos padres mediocres se suelen sorprender de lo poco que le afectan estos ruidos a sus bebés recién nacidos, pero pensadlo almas de cántaro, hemos pasado meses escuchándolos, además del cansancio que da nacer y claro, uno cuando duerme está rendidico. Otra razon es que seré valensiano y llevó las mascletaes insertas en el código genético.
Cada día tengo más fuerza y a partir de ahora te lo dirán mis pataditas, en ocasiones patadazas. Si me chutan azúcar o estimuantes (cafeína, no pienses en cosas duras, que son malignas) podrás acercar la mano o la jeta al útero y te responderé con amor y cariño. Si te hago daño ya sabes, quien no quiera polvo...
Los psicólogos fetales (colectivo con el que me llevo a partir un piñón) han hecho estudios que prueban que nuestras ondas cerebrales son similares a las de un recién nacido. Quicir, que pensamos. Prueba de mi razocinio es este blog.

miércoles, 6 de mayo de 2009

SEMANA 23 DE EMBARAZO

¡Hola!
A 118 días para llegar a ese mundo y salir de mi actual emplazamineto intrauterino vengo a esta, mi cita semanal, para relataros como va mi evolución. Ya mido cerca de 28 centímetros y peso alrededor de 550 gramos. Esta semana no voy a compararme con ninguna verdura, coge una cinta métrica y en tu intimidad te haces una idea de mi tamaño, al igual que el peso. Dejadme que descanse una semana de verdulerías varias, gracias.
En esta semana se está depositando el pigmento que colorea mi piel. Ésta tiene una apariencia arrugada (la piel) que se alisará en las próximas semanas. Ahora tengo un color sonrosado, sin importar cual sea el color de mi piel en el futuro, y estoy bastante arrugado. Aunque supongo que si fuera negro en mi piel ya se notaría un tono más oscuro. Mi piel es todavía tan fina que las venas se transparentan y le dan ese tono rosado. El verdadero tono de mi piel aparecerá a lo largo del primer año de vida. Se está completando el desarrollo de los globos oculares pero el color de mis ojos todavía no se sabe porque el iris no está pigmentado.
Todos los sistemas vitales (digestivo, circulatorio y respiratorio) están madurando y preparándose para la vida fuera del útero. Se están marcando los detalles de la forma de mis ojos, crecieron mis pestañas y tengo algo de pelo en las cejas. Al mismo tiempo, empiezo a desarrollar mi cerebro con rapidez. Mis medidas están más proporcionadas, casi casi como seré por ahí afuera. Mientras tanto duermo siestas y me estiro al despertarme. Esto no es raro, viene inserto en el genotipo español.
Ya puedo sentir los movimientos de mi mamá. Los psicólogos fetales afirman que me encanta si me ponen música o si mamá y papá se marcan un pasodoble o incluso si dan unos pasos de salsa. Aunque según he oído desde aquí mi papá es más bien vaguete y no creo que bailará ni medio paso.
Las venas que tengo en los pulmones, y que me ayudarán a respirar, se están desarrollando, aunque todavía faltan unos meses para que mis pulmones estén completamente formados. Es por esto que los bebés prematuros (nacidos antes de las 37 semanas) a menudo tienen dificultad para respirar. Los bebés que nacen en esta semana, la 23 del embarazo, pueden sobrevivir con cuidados médicos intensivos, pero corren el riesgo de sufrir muchas complicaciones. Pero de momento prefiero quedarme aquí dentro, que entre la crisis, la gripe A y todo lo que está cayendo hasta que no toque no pienso salir.

miércoles, 29 de abril de 2009

SEMANA 22 DE EMBARAZO

¡Hola!
Aquí estoy una semana más explicando como voy por aquí adentro. Ya llevo 20 semanas de formación (de mi cuerpo, se entiende, ningún cursillo a la vista), mido entre 20 y 27 cm. y peso alrededor de 500 gramos, para los anglosajones es una libra (para los americanos dólar, para los europeos euro, humor intrauterino). Para los fanáticos de las comparaciones vegetarianas, tengo el tamaño de un calabacin amarillo (que es un poco más chiquitín que los verdes y los de Florida son buenísimos) y el peso es similar al de un paquete de macarrones.
Ya tengo mis miembros proporcionados, soy como un recién nacido pero en miniatura. Bueno, no todo ya que aunque las uñas, párpados y cejas son visibles, me faltan las pestañas. Mi piel todavía se ve arrugada, pero a medida que vaya aumentando de peso las arrugas desaparecerán, para dejar paso a un bebé rollizo y hermoso como el sol cuando amanece. Para que cuando salga esté más o menos visible estoy cubierto de vermix y lanugo, que ya deberías de saber lo que es (¿no? anda, ve al archivo y repasa las semanas anteriores).
Los labios ya se ven muy bien, y dentro de las encías se están empezando a formar los dientes. Aunque cuidado, no te aceleres que mi primer piño no asomará hasta que no tenga entre 4 y 7 meses, a menos que sea uno de esos casos excepcionales de bebés que nacen con dientes. Excepcionales, asquerosos y peligrosos. Imagínate al Risitas recién nacido, ya vino al mundo con un solo diente, y así se quedó. También para la madre vaya problema, porque a la hora de mamar si vas con fuerza le pegas un bocado al pecho y todavía te buscas un problema.
Mientras, sigo chequeando los distintos procesos que regirá el cerebro. De ahora en adelante, empiezaré a desarrollar mis sentidos, especialmente el tacto y el gusto. Cuando estoy despierto disfruto escuchando voces o la música que me ponen cerquita para que escuche con el acompañamiento permanente del latido del corazón de mamá. El otro día el zumbao de mi papá me puso algo que después me enteré que se llamaba acedecé, me gustó, empecé a moverme al ritmo.
El sistema límbico también está en pleno desarrollo y será el encargado de controlar los sentimientos y las emociones. Aunque parezca increíble, ésto me permitirá tener cambios en el estado de ánimo en las próximas semanas. Lo noto un poco porque hay días que estoy juguetón y otros que tengo una mala leche... Puedo llorar, reír y hasta cabrearme. Todo esto lo estudia una disciplina llamada psicología fetal, que tiene narices que hayan por ahí fuera cantidad de colgaos y que tengan que perder el tiempo en estudiar al colectivo intrauterino. Ya veís aun no he nacido y ya estoy haciendo amigos, jeje.

miércoles, 22 de abril de 2009

ECOGRAFÍA SEMANA 21























¡Hola!
Ya me suponía que esta semana caería otra ecografía, pero aun estando atento me han pillado. Con todo el equipo, sí me han cazado lo que te estás imaginando, de lo que más se habla de mi anatomía, de lo que todos me quieren ver porque querían asegurarse de que era un chico: la pilila y los huevecillos. Y lo han hecho a traición.
Voy a empezar por la última ecografía. Esa que es una cosa rara. Yo intentaba acicalarme, asearme, preparar un par de gestos nuevos para deleitar al público y deciden cogerme una imagen desde abajo, cogiéndome todo el culo y los genitales (voy a ser fino y a no usar ningún sinónimo malsonante). Así que si te fijas verás varias cosas, en primer lugar hacia la derecha hay una especie de L acostada, eso es el fémur derecho. Lo que rodea al fémur es el muslamen y el resto es fácil de encontrar, el culo detrás, y por delante colgando, lo que debe de colgar. También se distingue bien la pelvis. Si no ves nada imagínate que me he sentado en una fotocopiadora y he hecho el gracioso. No descarto hacerlo con diecisiete años (nota mental: acordarme de fotocopiarme el culo en la adolescencia).
Esta ecografía era la más espectacular (por el volumen testicular, por supuesto), pero vamos a ser ordenados y voy a seguir desde el principio hacia el final.
En la primera imagen se puede ver mi perfil, con el contorno del cráneo (como si fuera un corte transversal) y la barriguita (¿a que soy mono?).
En la segunda imagen se ve mi mano junto a mi cabeza, esa me gusta especialmente porque me pillaron saludando, por eso ves la mano extendida (con sus cinco deditos) y la cabeza de tres cuartos.
En la tercera imagen se ve una de las pruebas diagnósticas que ya me hicieron el otro día. Los adultos sois bastante desconfiados, si ya visteis que estaba bien ayer, ¿para qué necesitáis comprobarlo al día siguiente? Bueno, cómo ya he explicado antes, esa especie de L del revés es mi fémur. En ese momento estaba boca abajo y de perfil. Lo digo porque en el extremo inferior del fémur se encuentra la rodilla, seguida de los gemelos (aka la pantorrilla). Todo se ve bastante bien ya que se distingue el trazo que dibuja mi epidermis (lirismo anatómico). Si sigues el trazo verás la forma de mi culete y mi espalda a continuación. El fémur mide 32,7 mm, así que en un día ha crecido la increíble cifra de 2,7 mm , ahí es nada.
La cuarta imagen es de mi caja torácica, y en especial de mi corazón. A la derecha aparece el ritmo de mis latidos, que como ves es alto.
La quinta imagen (última que comento) es de la medición del diámetro biparietal, o sea, el ancho del cabolo. El diámetro es de 50,2 mm, así que también notarás que me ha crecido la cabeza (y con ella el resto del cuerpo, eh) en un día 2,2 mm. Voy creciendo a toda castaña.
Y eso es todo, ahora todo el mundo me verá la pilila, y lo peor es que no me ha dado tiempo a negociar con Interviú la exclusiva, seguro que unos eurillos me sacaba, para biberones y pañales mayormente.

SEMANA 21 DE EMBARAZO

¡Hola!
Cómo pasa el tiempo, ya han pasado 21 semanas de embarazo y yo tengo 19 semanas de gestación. Tengo la medida de una zanahoria, sí igual que la semana pasada, pero un poco más grande ya que he crecido alrededor de un centímetro y medio desde la semana pasada (voy a estirón por rato). Ahora mido casi 27 centímetros desde la cabeza hasta los pies y peso unos 330 gramos, como una botella de ketchup Heinz, la normal, eh, no la grande. De hecho el tamaño que tiene esta botella estará ahí ahí conmigo (o la zanahoria, o la verdura equivalente), así que puedes ir a tu supermercado o tienda favorita y mecerla entre tus brazos para hacerte a la idea, pero que no te vea nadie que si no notarás más de una mirada clavada en tu nuca y a los enfermeros del psiquiátrico más cercano acercarse rápidamente.
Estos días estoy como inquieto, no paro de moverse. Lo he contado, el aburrimiento hace estragos a veces, y he comprobado que me muevo más o menos 50 veces cada hora, incluso cuando estoy durmiendo. ¿Que cómo lo sé? Porque me despierto en una posición distinta a la que estaba antes de caer traspuesto. Todos esos movimientos sirven para estimular mi desarrollo físico y mental. Hago de todo: pataditas, giros, estiramientos y toda la gimnasia que se me ocurre. Cuando las mamás más notan todos los movimientos del colectivo intrauterino es por las noches, cuando están descansando sin moverse. También se nota bastante los movimientos porque en esta etapa el útero es aún amplio para el tamaño de los bebés, y nos movemos respondiendo a estímulos como el sonido o la ingesta de alimentos ricos en glucosa.
Ya no parezco delgado sino que me estoy redondeando (pero sin lonchas, ni flotadores, ni michelines, un tipito estupendo, vamos) y mis miembros ya están proporcionados.
Al igual que los nadadores, al permanecer por tiempo prolongado en sumersión, puedo experimentar daños en mi piel. Por eso a esta altura, se produce una sustancia grasosa, como una crema lubricante llamada vermix caseosa o también llamada unto sebáceo que protege mi piel de la maceración. De eso que nos libramos, porque si no naceríamos con la piel como la de un bolso, y a ver si se confunden y sucede una desgracia. No quiero pensarlo, de verdad.

martes, 21 de abril de 2009

ECOGRAFÍA SEMANA 20


¡Hola!
Hoy es de esos días que de repente me entero de que me están sacando fotos y mirando si estoy bien o no tan bien. Me ha venido un poquito de sorpresa ya que no me lo esperaba, y claro uno en estas circunstancias está tan cómodo como puede, en esta ocasión tumbado, aunque en posición de sentado, con los pies cruzados.
El caso es que empiezo a oir las ondas sónicas que produce el ecógrafo (¿has visto como controlo ya el vocabulario técnico?) y empiezan a mirarme todos los rincones de mi cuerpo humano, sin dejarme ni un mínimo resquicio para que me tape las vergüenzas. He oído como la doctora, porque se nota que era la doctora por cómo controlaba el tema, confirma que soy un niño, porque se me ve perfectamente el pene y los testículos. Pues claro, si no puedo ocultármelos.
Acto seguido ha empezado a medirme, no sé para qué, lo mismo es que quieren hacerme un traje. Me ha tomado medidas de todo, del diametro biparietal, o lo que es lo mismo: la anchura del cráneo; en mi caso es de 48 mm. También me ha medido la circunferencia cefalica (la talla de los gorros), 185 mm.; la circunferencia abdominal (la cinturita), 150 mm.; longitud del húmero (del codo al hombro, por si se te ha perdido del mapa), 32 mm.; y la longitud fémur (de la cadera a la rodilla, por si tienes olvidadilla la anatomía), 30 mm.
Por si todo esto no fuera suficiente, me ha estado revisando los órganos, que si la cabeza y los sesos, que si la cara y los cristalinos, que si columna vertebral, corazón, extremidades, riñones, cámara gástrica (estómago para los legos), cordón umbilical, pulmones, diafragma, pared abdominal y vejiga. Y órganos sexuales, claro. Todo en perfecto órden de revista y en su sitio, ya sólo queda madurarlos un poquito más y en apenas un ratito ya estoy por ahí fuera.
Creo que dentro de poco me tocan más ecografías, por si las moscas desde ya me peino y me acicalo.

miércoles, 15 de abril de 2009

SEMANA 20 DE EMBARAZO


¡Hola!
Sin apenas darnos cuenta ya hemos llegado a la mitad del embarazo y he crecido mucho. Se suele hablar de 40 semanas de embarazo a partir de la última menstruación. Sin embargo, la duración puede variar de 37 a 42 semanas. Durante la segunda mitad del embarazo, mi peso aumentará más de diez veces (hasta algo más de 3 kilos) y mi longitud será el doble que en esta semana (pasaré de unos 25 centímetros a unos 50). Pero dejemos un momento el futuro y centrémonos en el presente: mido 16 cm. desde la cabeza hasta el culete, y si prefieres que me midan desde la cabeza hasta el dedo gordo del pie son unos 25 centímetros. Además peso alrededor de 350 gramos. No te extrañes si cambio el protocolo de medición porque antes tenía las piernas muy pegadas al cuerpo y era difícil medirme desde la cabeza a los pies. También me gusta que esta semana hayamos dejado de lado el tema de compararme con verduras. Por si tienes el mono, tengo el tamaño de una zanahoria.
Estoy recubierto de una sustancia blanca y un poco grasa que se llama "vernix caseosa". Esta sustancia, que parece queso de untar, protege mi piel mientras estoy flotando en el líquido amniótico. Además, me ayudará a que pase con más facilidad por el canal vaginal durante el nacimiento. Es más fácil para mi mamá si estoy engrasado, como las tuercas o las cucañas.
Ahora trago más líquido amniótico cada día, y eso es muy bueno para mi sistema digestivo porque tragar me ayuda a practicar para cuando coma de verdad. El líquido amniótico no está mal, pero es bastante insípido. Ya llegaré ahí fuera y me meteré entre pecho y espalda una buena paella, una pizza cuatro quesos o una hambuerguesa con un huevo chorreando junto a la mayonesa y el ketchup...umhhhh, qué rico (pues voy a colar ahora un antojo, para ir practicando lo de pedir) En estas semanas también estoy produciendo en mi intestino una sustancia que se llama meconio. El meconio es negro, o verde muy oscuro, es muy pegajoso y está hecho de todas las células muertas, secreciones del estómago y líquido amniótico que estoy tragando. El meconio se acumula en los intestinos y... ¡tachán! lo podrás ver en el primer pañal que tengan que cambiarme. También podrás olerlo. También podrás practicar otras perversiones pero me está dando asco y prefiero no pensarlo.
Mis pulmones y el tubo digestivo están madurando. Mi cerebro que ya cuenta con 30.000 millones de neuronas (más que la inmensa mayoría de mascachapas) y estoy desarrollando especialmente áreas destinadas a los sentidos del gusto, el olfato, la audición, la visión y el tacto. Vamos me estoy preparando para ser un machote.
Hagamos una recapitulación de lo que he progresado en este embarazo (aparte de reconocer lo monísimo que soy): puedo oír y reconocer sonidos, música, etc. Además, percibo la luz, me muevo, trago, orino (o meo, uno intentando ser finolis), quizás comienzo a tener memoria, pero de esto no me acuerdo. Todos mis movimientos son reflejos y aún no siento el dolor, mejor, porque ya tendré de sobra cuando salga. Los movimientos son fundamentales para que no haya deformidades articulares ni corporales.
Ahora tengo unas cejas delgadas, que no precisan depilación; pelo en la cabeza, que no precisa peluquería; y miembros muy bien desarrollados, sobre todo uno. Mi forma y las proporciones generales son completamente humanas. Ya puedes llamarme persona humana, y no entraré en debates sobre lo que dicen en el Vaticano.

miércoles, 8 de abril de 2009

SEMANA 19 DE EMBARAZO


¡Hola!
Ya tengo el tamaño de un calabacín pequeño. Desde la semana pasada he crecido casi un centímetro y medio y ahora mido un poco más de 15 centímetros y peso alrededor de 240 gramos, más o menos como un paquete de galletas Yayitas con miel (¡umhhh, qué hambre! Pues me apaño un antojo y listos). Mis brazos y piernas ya están proporcionados con el resto del cuerpo y me está empezando a crecer el pelo, cuando salga tendré que observar la tendencia, para eso está Guti.
En estas semanas también estoy desarrollando el sentido del oído, junto con los demás sentidos. Ya empiezo a distinguir algunas cosas, como por ejemplo, el sonido de la sangre pasando por las venas, los ruidos que hace el estómago de mi mamá al digerir, y por supuesto su voz, dulce y aterciopelada. Me han comentado que hay mujeres que le hablan directamente a sus bebés, aunque eso es una chorrada, se escucha perfectamente cuando hablan, que estamos dentro, hombre. No sólo eso; según las investigaciones, sabemos (me refiero al colectivo intrauterino) distinguir la voz de mamá de la de otras personas y es la que más nos gusta de todas las voces que escuchamos. Como es tan amorosa... Se ha comprobado que cuando una mamá embarazada habla, el corazón de su bebé late más despacio porque se relaja. También puedo reconocer la voz de papá. Aunque en este caso tienen que hablar hacia nosotros, porque no nos tienen dentro, obviamente. A mi papá lo reconozco enseguida, por su bella voz, melodiosa a la par que vigorosa y masculina. De vez en cuando se suelta gritando chorradas del tipo: ¡¡¡YEHAAAAA!!! o MARCIAAAAAAAAAAAAAAL. Eso sí, creo que ya ha decidido mi futuro porque me saluda con un "¿Qué pasa artista?¿Qué marcha me llevas?" Así que tendré que dedicarme al arte o al atletismo. También me ponen música, creo que el ex-dj de mi papá es el que pone cosas raras, Fat Boy Slim y eso.
Mi piel aún es traslúcida, da un poco de grima porque se me ve todo el sistema circulatorio y las vergüenzas, aunque ya iré a la playa de Benidorm a coger colorcito. Mis ojos (para estas vistas...) permanecen cerrados pero ya puedo reaccionar a la luz.
El sistema nervioso, en especial el cerebro, se está desarrollando y creciendo rápidamente. El cartílago suave que forma mi esqueleto se está endureciendo para convertirse en huesos. Poco a poco, hago más movimientos activos que son más fáciles de sentir, para que no se olviden de mí. Me mola moverme mucho, pero cuando estoy despierto, claro, porque ahora duermo más, como aquí se está calentito y en penumbra, y me despierto con más energía, sobre todo tras la siesta, que no la perdono, para algo soy español. Las orejas se acercan a su posición final, vamos, como si me hubieran nacido en la frente o en el cogote y tuvieran patas. Vivir para ver.