miércoles, 22 de julio de 2009

SEMANA 34 DE EMBARAZO

¡Hola!
Cada vez queda menos para que os pueda saludar a todos y todas. Así que estoy en la recta final de la gestación. Supero los 2 kilos de peso y mido casi 50 centímetros, desde la cabecita a los talones.
Por si acaso decido salir antes de tiempo ya tengo todo listo. El sistema nervioso sigue madurando y las conexiones cerebrales van a un ritmo trepidante. Los pulmones ya están desarrollados y el surfuctante (que ya sabes lo que es, que no es ninguna marranada y menos una bebida alcohólica) a tope. Es una gran noticia, en caso de que decida que quiero nacer antes de tiempo y pillar a todos en bragas.
Si estás atacadito o atacadita de los nervios pensando en que quizás un parto prematuro no sea lo mejor para un bebé, puedes relajarte porque el 99 por ciento de los bebés que nacen a esta edad (llámalo edad, llámalo semanedad o mesedad), sobreviven, y además la mayoría no tienen problemas por haber sido prematuros. Conviene recordar que numerosas celebridades han nacido prematuramente y míralos. Como no conozco a nadie no puedo darte nombres, pero haberlo haylos.
Mis huesos son muy flexibles al igual que las articulaciones, de manera que como un contorsionista podré adaptarme al canal del parto que es muy estrecho, como meter un balón de rugby por un hoyo de golf. Es por esta misma razón que los huesos de la cabeza no están soldados entre sí y se separan por las famosas fontanelas, que en un futuro temprano podrás tocar con cuidadito por si las moscas.

Permanentemente percibo estímulos, a los que reacciono más vivo que nunca. Aunque es cierto que duermo mucho, estoy muy atento a todo lo que me rodea (bueno, a lo que rodea el exterior, porque aquí...) y cualquier cosa que me quite el sueño puede afectarme. Si esto ocurre de forma continuada puede ser perjudicial. No solo para mí, porque la venganza se sirve en plato frío, Beatrix Kiddo dixit.

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