miércoles, 29 de abril de 2009

SEMANA 22 DE EMBARAZO

¡Hola!
Aquí estoy una semana más explicando como voy por aquí adentro. Ya llevo 20 semanas de formación (de mi cuerpo, se entiende, ningún cursillo a la vista), mido entre 20 y 27 cm. y peso alrededor de 500 gramos, para los anglosajones es una libra (para los americanos dólar, para los europeos euro, humor intrauterino). Para los fanáticos de las comparaciones vegetarianas, tengo el tamaño de un calabacin amarillo (que es un poco más chiquitín que los verdes y los de Florida son buenísimos) y el peso es similar al de un paquete de macarrones.
Ya tengo mis miembros proporcionados, soy como un recién nacido pero en miniatura. Bueno, no todo ya que aunque las uñas, párpados y cejas son visibles, me faltan las pestañas. Mi piel todavía se ve arrugada, pero a medida que vaya aumentando de peso las arrugas desaparecerán, para dejar paso a un bebé rollizo y hermoso como el sol cuando amanece. Para que cuando salga esté más o menos visible estoy cubierto de vermix y lanugo, que ya deberías de saber lo que es (¿no? anda, ve al archivo y repasa las semanas anteriores).
Los labios ya se ven muy bien, y dentro de las encías se están empezando a formar los dientes. Aunque cuidado, no te aceleres que mi primer piño no asomará hasta que no tenga entre 4 y 7 meses, a menos que sea uno de esos casos excepcionales de bebés que nacen con dientes. Excepcionales, asquerosos y peligrosos. Imagínate al Risitas recién nacido, ya vino al mundo con un solo diente, y así se quedó. También para la madre vaya problema, porque a la hora de mamar si vas con fuerza le pegas un bocado al pecho y todavía te buscas un problema.
Mientras, sigo chequeando los distintos procesos que regirá el cerebro. De ahora en adelante, empiezaré a desarrollar mis sentidos, especialmente el tacto y el gusto. Cuando estoy despierto disfruto escuchando voces o la música que me ponen cerquita para que escuche con el acompañamiento permanente del latido del corazón de mamá. El otro día el zumbao de mi papá me puso algo que después me enteré que se llamaba acedecé, me gustó, empecé a moverme al ritmo.
El sistema límbico también está en pleno desarrollo y será el encargado de controlar los sentimientos y las emociones. Aunque parezca increíble, ésto me permitirá tener cambios en el estado de ánimo en las próximas semanas. Lo noto un poco porque hay días que estoy juguetón y otros que tengo una mala leche... Puedo llorar, reír y hasta cabrearme. Todo esto lo estudia una disciplina llamada psicología fetal, que tiene narices que hayan por ahí fuera cantidad de colgaos y que tengan que perder el tiempo en estudiar al colectivo intrauterino. Ya veís aun no he nacido y ya estoy haciendo amigos, jeje.

1 comentario:

  1. jajaja A mi me parece "to molona" la psicología fetal, así que nada de "colgaos" ¬¬

    Por cierto, dile a papá que se deje de tonterías, menos AC/DC y más Nirvana!!! xD

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