miércoles, 15 de abril de 2009

SEMANA 20 DE EMBARAZO


¡Hola!
Sin apenas darnos cuenta ya hemos llegado a la mitad del embarazo y he crecido mucho. Se suele hablar de 40 semanas de embarazo a partir de la última menstruación. Sin embargo, la duración puede variar de 37 a 42 semanas. Durante la segunda mitad del embarazo, mi peso aumentará más de diez veces (hasta algo más de 3 kilos) y mi longitud será el doble que en esta semana (pasaré de unos 25 centímetros a unos 50). Pero dejemos un momento el futuro y centrémonos en el presente: mido 16 cm. desde la cabeza hasta el culete, y si prefieres que me midan desde la cabeza hasta el dedo gordo del pie son unos 25 centímetros. Además peso alrededor de 350 gramos. No te extrañes si cambio el protocolo de medición porque antes tenía las piernas muy pegadas al cuerpo y era difícil medirme desde la cabeza a los pies. También me gusta que esta semana hayamos dejado de lado el tema de compararme con verduras. Por si tienes el mono, tengo el tamaño de una zanahoria.
Estoy recubierto de una sustancia blanca y un poco grasa que se llama "vernix caseosa". Esta sustancia, que parece queso de untar, protege mi piel mientras estoy flotando en el líquido amniótico. Además, me ayudará a que pase con más facilidad por el canal vaginal durante el nacimiento. Es más fácil para mi mamá si estoy engrasado, como las tuercas o las cucañas.
Ahora trago más líquido amniótico cada día, y eso es muy bueno para mi sistema digestivo porque tragar me ayuda a practicar para cuando coma de verdad. El líquido amniótico no está mal, pero es bastante insípido. Ya llegaré ahí fuera y me meteré entre pecho y espalda una buena paella, una pizza cuatro quesos o una hambuerguesa con un huevo chorreando junto a la mayonesa y el ketchup...umhhhh, qué rico (pues voy a colar ahora un antojo, para ir practicando lo de pedir) En estas semanas también estoy produciendo en mi intestino una sustancia que se llama meconio. El meconio es negro, o verde muy oscuro, es muy pegajoso y está hecho de todas las células muertas, secreciones del estómago y líquido amniótico que estoy tragando. El meconio se acumula en los intestinos y... ¡tachán! lo podrás ver en el primer pañal que tengan que cambiarme. También podrás olerlo. También podrás practicar otras perversiones pero me está dando asco y prefiero no pensarlo.
Mis pulmones y el tubo digestivo están madurando. Mi cerebro que ya cuenta con 30.000 millones de neuronas (más que la inmensa mayoría de mascachapas) y estoy desarrollando especialmente áreas destinadas a los sentidos del gusto, el olfato, la audición, la visión y el tacto. Vamos me estoy preparando para ser un machote.
Hagamos una recapitulación de lo que he progresado en este embarazo (aparte de reconocer lo monísimo que soy): puedo oír y reconocer sonidos, música, etc. Además, percibo la luz, me muevo, trago, orino (o meo, uno intentando ser finolis), quizás comienzo a tener memoria, pero de esto no me acuerdo. Todos mis movimientos son reflejos y aún no siento el dolor, mejor, porque ya tendré de sobra cuando salga. Los movimientos son fundamentales para que no haya deformidades articulares ni corporales.
Ahora tengo unas cejas delgadas, que no precisan depilación; pelo en la cabeza, que no precisa peluquería; y miembros muy bien desarrollados, sobre todo uno. Mi forma y las proporciones generales son completamente humanas. Ya puedes llamarme persona humana, y no entraré en debates sobre lo que dicen en el Vaticano.

1 comentario:

  1. Tienes que estar monísimo ahí dentro, zanahoria! Por cierto, me aseguraré de no estar delante la primera vez que papá te cambie el pañal =)
    Aguanta un poquito más, que ya sólo te queda la otra mitad ^^

    Hasta pronto, monillo :)

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